Add parallel Print Page Options

y con voz potente gritó:

«¡Ya cayó, ya cayó la gran Babilonia! Babilonia se ha convertido en guarida de demonios, en antro de espíritus inmundos y en nido de toda ave impura y odiosa, porque las naciones se han embriagado con el vino excitante de su adulterio, los gobernantes de la tierra se han entregado con ella a los placeres, y los comerciantes de la tierra se han enriquecido con la abundancia de lujos que ella despilfarraba».

Entonces oí otra voz del cielo que decía:

«Sal de esa ciudad, pueblo mío; no participes en su pecado para que no se te castigue con ella,

Read full chapter